En una época en la que no existía Whatsapp, ni Twitter ni Instagram, el servicio telefónico de Málaga dio un gran paso para mejorar las comunicaciones con la inauguración de una central que permitía la automatización de las llamadas urbanas. Estamos hablando del 29 de junio de 1928.

Las instalaciones estaban situadas en la calle Molina Lario, esquina con Postigo de los Abades. Se disponía de 2.800 líneas, y el edificio sustituyó al local que la compañía telefónica había venido utilizando desde 1911 en la calle Calderería y que sufrió un incendio en 1926.

Las personas encargadas de atender las peticiones de las llamadas eran las operadoras. Eran las chicas del cable malagueñas. Su trabajo les garantizaba una estabilidad económica y las situaba en la vanguardia del empleo relacionado con los avances técnicos de la época. Telefónica apostó claramente por Málaga. Fue la primera capital andaluza en disponer de una central automática y la quinta de España.

En los años posteriores el número de abonados al teléfono en Málaga se disparó, y en 1951 se acordó construir dos plantas más en el edificio, perdiendo éste su esencia original.

Merece la pena echar un poco la vista atrás y olvidarnos un poco de los grupos de Whatsapp 🙂

Por cierto, la foto no corresponde a las chicas del cable de Málaga.