Los bonitos atardeceres que se han podido ver esta semana se han visto acompañados por los emblemáticos puestos de castañas. El aroma más característico de esta época del año ya impregna todos los rincones de la ciudad. Durante el pasado fin de semana, los malagueños más castañeros no se han podido resistir y paseaban por las calles de la ciudad con su cucurucho de papel entre las manos.

No hay duda de que detrás de cada puesto de castañas se esconde una historia y muchos recuerdos familiares. Se trata de negocios que aportan mucho a las calles de la capital malagueña. Negocios que debemos cuidar para que estén siempre entre nosotros.